Château de la Brède | MONTESQUIEU
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MONTESQUIEU

Charles-Louis de Secondat (Montesquieu) nació el 18 de enero de 1689, en La Brède, de la unión de Jacques de Secondat y Marie-Françoise de Pesnel, que le transmitirá el título de Barón y el castillo de La Brède.

Estudios

En el castillo de La Brède, tiene un preceptor y, a los 11 años, es enviado a un colegio de la congregación del Oratorio en Juilly, cerca de Meaux. Vuelve a Burdeos cinco años después para estudiar derecho, porque habría de heredar de su tío Montesquieu el cargo de Presidente con birrete (juez) en el Parlamento de Burdeos. A continuación, completa su formación en París en donde se mueve en círculos de sabios e ilustrados.

Barón de La Brède y de Montesquieu, Presidente del Parlamento de Burdeos.

A la muerte de su padre en 1713, Charles-Louis se convierte en Barón de la Brède y hereda una importante fortuna en tierras; su hermano y sus hermanas ingresan en el clero para que el patrimonio siga en manos del primogénito de la familia. En 1715, en contra de la opinión de sus tíos, se casa con Jeanne de Lartigue, una protestante que seguirá fiel a su religión a pesar de la revocación del Edicto de Nantes, que lo prohíbe; es la única heredera de una adinerada familia. Tendrán tres hijos: Jean-Baptiste en 1716, Marie Catherine en 1717 y Denise en 1727.

En 1716, a la muerte de su tío, Montesquieu hereda toda su fortuna, la Baronía de Montesquieu y el cargo de Presidente del Parlamento. Pero la práctica diaria del derecho le pesa: lo abandonará en 1726 para dedicarse con más vocación y ahínco a las letras y a las ciencias, especialmente en el seno de la Academia Real de Burdeos: anatomía, ciencias naturales, grandes cuestiones políticas y éticas, son los temas que le interesan y a los que da prioridad y sobre los que escribe sus primeros estudios.

Montesquieu
La plume de Montesquieu.
Montesquieu, escritor y viajero

En las Cartas persas, que publica anónimamente en 1721 en Ámsterdam, compone un cuadro satírico de la Francia de los últimos años del reinado de Luis XIV y de la Regencia hablando por boca de unos persas que descubren París; los pasajes más atrevidos hablan de la religión. El inmenso éxito de esta novela, que aúna los encantos de la ficción oriental, el humor y la mayor libertad intelectual posible, le abre las puertas de los salones parisinos, en particular, el de la influyente Marquesa de Lambert, y quizá el del Club del Entresol. Los salones y círculos libertinos que frecuenta le inspiran El Templo de Gnido, novela (o poema en prosa) considerada como licenciosa.

Liberado de su cargo de Presidente en 1726, Montesquieu puede presentarse a la Academia Francesa; las Cartas persas, que son su principal mérito, suscitan grandes reservas, más aún teniendo en cuenta que en ellas se ridiculiza a la Academia. Aún así, consigue vencer todas las reticencias; poco tiempo después de su ingreso (1728), recorre Europa durante tres años, para descubrir sistemas políticos y económicos, costumbres, religiones, culturas, geografía de los países que va a atravesar, pero también y quizá ante todo, para convertirse en diplomático. Al final de este período, se siente un tanto decepcionado, aunque rico en vivencias, sobre todo después de una estancia de dieciocho meses en Inglaterra, y vuelve en 1731 a la región de Burdeos. Se instala en el castillo de La Brède y en casa de su hermano, deán de la Basílica de Saint-Seurin en Burdeos, aunque sigue pasando temporadas en París.

En 1734, publica las Consideraciones sobre las causas de la grandeza y de la decadencia de los romanos; manda destruir todos los ejemplares (salvo uno) de las Reflexiones sobre la monarquía universal, demasiado críticas con el poder. Pero será, sobre todo, El espíritu de las leyes el que le dé fama y renombre en el mundo entero. En esta obra, publicada en Ginebra en 1748, Montesquieu establece los principios fundamentales y la lógica de las diferentes instituciones políticas. Esta obra tiene un gran éxito pero también es muy criticada, sobre todo por las autoridades religiosas, lo que lleva a Montesquieu a publicar en 1750 la Defensa del Espíritu de las leyes. Europa entera celebra igualmente esta obra innovadora, que permite entender el funcionamiento de las sociedades a la luz del análisis político.

 

El 10 de febrero de 1755, a la edad de 66 años, después de haber gestionado activamente, durante toda su vida, sus propiedades y, más específicamente, el castillo de La Brède y el terreno que le circunda, Montesquieu fallece en París donde recibe sepultura en la iglesia de Saint-Sulpice.

Montesquieu, precursor de la sociología, filósofo y escritor francés, figura por méritos propios entre los grandes pensadores políticos del Siglo de las Luces.